Nos quedamos sin Internet y no tenemos ni la más remota idea de qué hacer.
Tanto es así que el ordenador se convierte en poco más que una inútil
caja de plástico y circuitos, sin gran utilidad ni interés. No
obstante, aunque parezca increíble, es posible utilizar un ordenador sin
Internet. A continuación te damos algunas ideas.
1. Pasar el antivirus: Analizar todos los archivos de tus discos duros puede tomar mucho
tiempo. Demasiado. De hecho, lo más normal es que, por pereza, lo vayas
dejando y dejando...Sin Internet... ¿qué mejor que aprovechar el tiempo para hacer un análisis exhaustivo de todos los archivos?
![](blogs/viipfalcon/1300075300190159.jpg)
2. Desfragmentar: Otra tarea de mantenimiento que lleva mucho tiempo, especialmente si no se hace con frecuencia, es la desfragmentación.
Aprovecha el aislamiento de distracciones internáuticas para dejar tu ordenador desfragmentando mientras te echas una siesta como un señor. Eso sí, es muy recomendable que tengas algún desfragmentador eficaz como Defraggler, MyDefrag o Auslogics Disk Defrag, pues es el de Windows deja bastante que desear.
3. Probar suerte como artificiero: El buscaminas es un juego que viene con Windows casi desde la época
en que los dinosaurios poblaban la Tierra. Ha cambiado poco, pero las
reglas son las mismas: marca todas las minas, usando las pistas
numéricas como ayuda.
Si vas a estar sin Internet por un tiempo, quizá el juego se te quede
corto, pero no temas, siempre puedes incrementar la dificultad desde el
menú Juego > Opciones (F5). ¿Te atreves con una cuadrícula de 24 x 30, con 668 minas?
4. Escribir tu autobiografía con Wordpad: Aunque resulte difícil de creer, en el pasado, los escritores usaban
un dispositivo especial para escribir, sin ratón, pantalla ni cables. Se
llamaba "máquina de escribir", y es lo más parecido a un ordenador sin
Internet.
Bromas aparte, un tiempo desconectado te puede ayudar a concentrarte mejor, sin ningún tipo de distracción: sólo tú y tu procesador de texto. Además, nadie podrá decirte que plagiaste algo de Internet...
5. Hacer limpieza en tu disco duro: Tras toda una vida descargando cosas y guardándolas en cualquier sitio, ¿no crees que va siendo hora de poner algo de orden?
Lo más seguro es que tengas ocupados megas y megas con canciones que
ya no te gustan, fotos borrosas y archivos repetidos. Para una limpieza
esencial, utiliza CCleaner, mientras DFF y Duplicate Photo Finder se encargarán de los archivos duplicados.
6. Convertirte en el nuevo Miguel Angel: ¿Te has quedado sin Internet y no tienes ningún programa de dibujo
decente instalado? No te preocupes, todo es cuestión de destreza y
paciencia.
La verdad es que se pueden hacer auténticas virguerías con Paint. ¿No te lo crees? Mira el vídeo que viene a continuación.
Sin duda requiere de mucha práctica y paciencia, pero ¿tienes algo mejor que hacer, ahora que no tienes Internet?
7. Hacer una copia de seguridad: Los
seres humanos tenemos la costumbre de no apreciar algo hasta que lo
hemos perdido. Ahora que te has quedado sin Internet, piensa qué pasaría
si perdieras todo el contenido de tus discos duros...
Por lo que pudiera pasar, aprovecha estos momentos de desconexión
para hacer una copia de seguridad de tus archivos importantes. Y es que
las desgracias nunca vienen solas...
8. Organizar tu colección de películas, libros, discos...: Si tienes toneladas de películas, libros, discos o cualquier otra
cosa, una temporada sin Internet puede ser un momento propicio para
ordenarlos con algún software catalogador.
Existen para casi cualquier cosa: películas (EMDB), libros (BookDB), sellos (Monesoft), etc.
9. Arqueología informática: Cuando no tienes conexión a la red, lo más normal es volver la vista a
los recursos disponibles: DVD, CD o incluso disquetes que tengas por
casa.
Quizá no sean las versiones más actualizadas, o los juegos sean más
viejos que la orilla del mar, pero ¿no son acaso mejores que mirar el
icono de Sin conexión del Área de notificación?
Los clásicos como nunca pasan de moda. ¿Quién no intentó meter al hamster en el microondas?
10. Broncea tu piel en el mundo real: Si nada de lo anterior te ha convencido, todavía queda la opción más
radical: sal a la calle. Nota la fresca brisa sobre tu piel, recibe el
calor de la luz natural, dale un descanso a la mano del ratón, y
ejercita tus piernas. Relaciónate con personas reales y no con avatares.
Y tú ¿qué haces cuando te quedas sin Internet?
Iván Ramírez